Conversando con Javier Tamarit: “reivindicar las historias de tranquilidad entre gente distinta”

Isabel Iglesias 10 Decembro 2012

“Todo es tan rápido que lo importante no arraiga. No sé dónde queda el tiempo de la tranquilidad para la reflexión, la tranquilidad de la convivencia con independencia de las diferencias y la diversidad”.

No es fácil robarle a lo cotidiano ese espacio de conversación en el que construirnos. Comunicamos sobre la marcha, “de paso que”, sin apenas tiempo para ser conscientes del intercambio de palabras y silencios que se enredan en la propia reflexión.

El tiempo para una charla tranquila no lo dan las tecnologías por sí mismas, lo pueden potenciar pero si nos quedamos en eso suena a compulsión: Hojas que antes de llegar al suelo se las lleva el viento”.

Ateniéndonos a lo que Javier Tamarit y Iago González representan en sus respectivos ámbitos profesionales, la calidad de vida y el cine, parecen encontrar puntos en común para repensar el punto de partida, para avanzar en ese impreciso ámbito de los derechos humanos. Porque…

la ciudadanía es muy reciente y de hecho somos todos muy vasallos, muy inexpertos, ciudadanos en ciernes…

Y, de repente, la ruptura con la caída del sistema que nos deja sin pautas nos ofrece la posibilidad de otra mirada y la oportunidad de convertirnos en exploradores, en viajeros de nuestra vida. Porque viajar es participar, convivir, sentir… Es relajación, contemplación, “ser” en vez de “ser llevado por”.

Las protestas en la calle son importantes como símbolo de unión pero, sobre todo, porque significa aceptar la responsabilidad de demostrar que no sólo somos, sino que también estamos. Porque bajo la apariencia de un problema económico lo que está en juego son los derechos humanos. Un paso atrás cuando apenas estábamos empezando.

Acostumbrada a ser protagonista en estos Conversando con, he de reconocer que me ha gustado la experiencia de observar desde la media distancia. Una pena tener que interrumpirlos, menos mal que fue para seguir escuchando a Javier.


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16 comentarios en “Conversando con Javier Tamarit: “reivindicar las historias de tranquilidad entre gente distinta””

  • Acabo de enamorarme perdidamente del señor Tamarit. Qué discurso clarito, estupendo, ajustado, acorde a los tiempos, lúcido, de perspectiva y admirable. Lo compro!!

    Bueno, por otro lado me encanta la irrupción de la realizadora, claro está…

    • Isabel Iglesias says:

      Lo comparto, a mi me enamoró hace más de 15 años en un congreso. Lo de la interrupción fue exigencia del dire que nos dio a todos las instrucciones. Y que cada vez manda más oiga 🙂

  • Que bonito y qué dos tiacos!!

    Escuchándolos conversar, en el punto en que se habla de ser o de vivir como un turista o un viajero y la equivalencia de esta idea con nuestra forma de relacionarnos con la información, me han venido a la cabeza unas frases de Marino Pérez en uno de sus artículos, que precisamente estaba leyendo el día que disfruté de mi pase privado de Máscaras. Un texto que dejo en mi su huella cuando después comenté mis impresiones sobre la peli.

    Rescato aquí el texto de Marino:

    “Precisamente, la información turnándose una a otra da lugar a una nueva figura quijotesca, el ‘sujeto informado’. Para calibrar lo que se quiere decir, habría que situar la información en relación con el conocimiento y la sabiduría. En este sentido, se diría que el típico ‘sujeto informado’ sería una especie de estúpido, sin conocimientos (pues su curiosidad por el saber no es sino turística) ni sabiduría (ya que aquí ha roto con el sentido común que en el pasado se aprendía en la práctica de la vida). El estúpido-informado rige su vida de acuerdo con la información que le llega”

    Me ha encantado. Bravo!!

    • Isabel Iglesias says:

      Excelente el texto de Marino. Ando yo con la lectura suya que me recomendaste.

      Esa curiosidad turística es una amenaza cada vez mayor, incluso cuando tu trabajo habitual se relaciona con la información. De lo que se trata es de estar in-formado, coincido plenamente con lo que dice Marino en relación al conocimiento y la sabiduría y con “la tranquilidad del tiempo para la reflexión” que dice Javier.

      En ese sentido estoy de acuerdo con Javier en que tras el ritmo vertiginoso de las redes hay mucho de compulsión, es necesario disciplinarse y separarlas del ritmo de trabajo porque asimilar el conocimiento es un arduo trabajo.

      Lo cierto es que hubo que cortar la conversación cuando estaba en su mejor momento, pero venía la conferencia. Por cierto que creo que la van a compartir así que ya avisaremos.

      Gracias Manuel. 🙂

  • Pues es que por aquí hace años que Isabel da la tabarra con eso de la infoxicación, así que la ojeriza contra el exceso la tenemos muy bien asentada. Que luego somos los primeros en acumular y compartir enlaces, pero asumiendo la incapacidad para poder asimilar todo eso a tiempo real. En el fondo el problema está casi ahí, en el concepto de urgencia con el que parece que hay que llegar a todo lo que sucede, no hay una digestión de la actualidad, del mismo modo que parece no haber ya una capacidad mínima para medir el corto o el medio plazo (ya ni contemplamos el largo).

    En ese sentido es interesante ver algunas discusiones que surgen en los últimos tiempos respecto a cómo se esta recogiendo la deriva del mundo narrativamente hablando, fuera del ámbito propiamente dicho de lo noticiable: los servicios informativos no tienen capacidad para dibujar el entorno a partir de lo que sucede, y desde aspectos creativos parece que hay una incapacidad para hablar con una cierta reflexión de la actualidad. Es todo urgente, y en algunos casos esta urgencia no se sabe gestionar por lo inabarcable que llega a ser su sobredimensionamiento. Y tampoco es que sea algo novedoso este dilema: diría que se inauguro con la no ficción (literaria y audiovisual) post 11S, a partir de la cual no es raro ver actualizaciones de diferentes obras que necesitan ser matizadas por sus propios autores según va pasando el tiempo (y no ha sido tanto).

    Al final todo, diría, tendría que provocar un retorno a la mirada filosófica y la recuperación de la sabiduría como un concepto al que se llega tras el debate, eso que ha desaparecido por, precisamente, haber perdido su presencia la tertulia en favor de los monologuistas de la actualidad.

  • Muchos momentos brillantes. Me ha encantado cuando conversan sobre educación y habla de lo importante que es aprender “la tranquilidad de la importancia de conversar” (o algo así). Genial

    Si comparten la conferencia, la devoro 🙂

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