El porqué de un proyecto

Con la misma rotundidad que los hechos tienden a confirmar que la realidad supera cualquier ficción, tenemos el convencimiento de que “Las mejores historias… ocurren en el día a día”.

Todo es una historia. La vida es una historia. En cada historia caben muchas vidas. Pero. ¿todas merecen ser contadas? Rotundamente sí. Tan sólo hay que saber qué se quiere contar y eso pide un punto de vista, una narrativa, un estilo, un género, una gramática, un tempo…

Esta es la función de la cultura porque, como le escuchamos recientemente a Mara Torres en una entrevista, “Hasta que no llega la cultura, no entendemos la información”.

En nuestro caso, no buscamos las historias, nos asaltan en el día a día, surgen de las personas que se relacionan con la asociación. Otra cuestión es cómo se convierten en proyectos, y eso tiene mucho que ver con convocatorias públicas de ayudas a “proyectos culturales”, algo que tenemos en revisión y debate interno por el malestar derivado de “ciertos efectos no deseados”.

Pero a veces también son el detonante para darle forma a las ideas que llevan tiempo empujando por hacerse un hueco.

Lo cierto es que desde que conocimos a Pilar Castiñeira y Juan Ramos nos engancharon con su pasión y con su labro desde AnhidaCoruña en torno al TDAH: Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.

Y os hizo pensar en la contradicción de que “normalizar” pasa por asumir como etiqueta la palabra “trastorno”, y que nos sorprendía la naturalidad con la que lo incorporan. Por otro lado, la palabra “hiperactividad”, en medio de esta espiral de velocidad que nos envuelve…

Cuando se publicó la convocatoria de la Deputación da Coruña para actividades culturales, el proxecto tomó vida inmediata partiendo de un título breve, conciso e consensuado: TrasTornados.