Christian G. Bello: “consigue situarte a ambos lados de la pantalla”
El curriculum de Christian habla de Arte pero son sobre todo las palabras creación e investigación las que encajan con esa aureola de disconformidad que desprende. Pero no es la mirada de la negación sino otra más difícil de encontrar en estos tiempos acelerados: la de quien sabe observar y disfruta del proceso.
Polifacético (también trabaja sobre el sonido y el vídeo), incisivo y, a pesar de todo, futbolero, se define como paseante, diseñador gráfico y artista en @9the13. Pero lo que cautiva de Christian es su capacidad para secuenciar espacios en un constante proyecto de futuro y, tal vez ahí, radica el secreto para embalar el silencio y apropiarse de lo que es inmaterial.
Sabíamos que Máscaras le había gustado y pero ahora nos cuenta las secuencias y espacios que han traspasado el filtro de su infinita curiosidad.
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Entré en la sala sin demasiados prejuicios, ya que por lo personal conocía el tema y a los responsables, y por lo profesional podía estimar el trabajo requerido. Me senté todo lo lejos posible del resto, ya que era algo de lo que quería disfrutar solo. Pero reconozco una preocupación: cómo reaccionaría el público. Preocupación que se esfumó antes de los diez minutos de cinta.
El logro de Máscaras es que consigue situarte a ambos lados de la pantalla, como espectador pero también como parte activa. ¿Cómo no preguntarse cómo reaccionaría uno en algunas situaciones dadas en el rodaje? ¿Cómo no emocionarse, desde la sonrisa hasta el estremecimiento durante la proyección?
Máscaras también se lleva la victoria al acercarse a un tema que está en el día a día pero que nuestra burbuja personal a veces nos impide ver, y se acerca de una forma tan natural que uno acaba preguntándose por qué lleva en su mochila tantos tópicos que sólo consiguen que el grueso de esa burbuja crezca y crezca.
Salí de la sala y me quedé en la puerta esperando a los responsables para felicitarles, pero antes que ellos salieron los protagonistas de la cinta, y me sorprendí a mí mismo queriendo saludarlos como a personas con las que había compartido días, semanas, como si los conociese desde hacía tiempo, pero sólo los había visto proyectados durante unas horas. Ese es el nivel de cercanía. Esa es la medida en la que Máscaras funciona.
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Tamara García says:
Destaca el entorno para contextualizar su opinión, parte del efecto de “la experiencia compartida” y va contando su evolución viviendo Máscaras.
Al final, cuando relata la proximidad que siente hacía los protagonistas es de lo más representativa
Isabel Iglesias says:
¡Es cierto! 🙂 Y mira es de las cosas importantes que hemos aprendido, que el visionado en grupo se convierte en una experiencia porque la sala se va convirtiendo en un sonriente y sostenido murmullo. Buen ojo Tamara, yo no había reparado en esa doble perspectiva de Christian. Lo suyo es con la observación es un don…
Y, claro, es lo que también destaca en sus dos frases finales: “Ese es el nivel de cercanía. Esa es la medida en la que Máscaras funciona”.